Pablo es un niño de 7 años. Vive con sus padres, su hermano mayor, su hermana menor y su mascota. Pablo es un niño inquieto, que no para y que no se concentra, pero lo más importante y más grave: no sabe qué le pasa. La historia de Pablo podría ser la de cualquier niño, pero hay algo que le hace diferente (o no): sufre TDAH, pero aún no lo sabe.
Categoría Hiperactividad y du00e9ficit de atenciu00f3n
Cuando los padres se enfrentan a un diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad) en su hijo, son muchas las dudas que se les plantean sobre cómo actuar y educar al pequeño de ahora en adelante. En ocasiones, incluso, les sobreviene un sentimiento de culpa por & 39;haber estado actuando mal& 39; con su hijo.
La hiperactividad es una señal básica del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). También puede presentarse junto a otras condiciones, pero ese síntoma es fácil de detectar. Paulino Castells, Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona y especialista en Pediatría, Neurología y Psiquiatría, se dedica a la Psiquiatría Infantil y Juvenil, y en esa entrevista nos habla sobre cómo se puede detectar y diagnosticar la hiperactividad en un niño.
Muchos niños con Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad sufren no solo las consecuencias del trastorno en su día a día, sino que también padecen por el desconocimiento que aún hoy en día está presente sobre el trastorno. Es esta ignorancia la que hace que se haya construido distintos mitos sobre el TDAH que hay que desmontar cuanto antes por el bien de los niños.
Todos sabemos que los niños tienen una energía mucho más intensa que los adultos; que pueden sorprendernos después de un agitado día cuando esperamos que caigan rendidos y lejos de eso parece que tienen energía para seguir y seguir… Sin embargo, hay niños que, más allá de la energía natural que esperaríamos, han sido dotados de una carga extra, son los niños llamados hiperactivos.
Muchos padres acuden a la consulta preocupados por las dificultades y problemas que sus hijos presentan en algunos ámbitos, principalmente en la escuela y en el hogar. Desde el colegio suelen alertar de que el niño es muy inquieto, le cuesta atender en clase, les cuesta aceptar las normas, no termina las tareas, es muy impulsivo en sus conductas, incluso pueden aparecer problemas de comportamiento (se enfadan, se pelean, contestan mal en clase.
En mi trabajo diario, me encuentro con familias preocupadas por niños que tienen dificultad para mantener la atención, son muy movidos, revuelven la clase y dificultan el trabajo de los profesores. Muchos vienen & 34;prediagnosticados& 34; de TDHA. Sin embargo, no todos los niños inquietos son niños con TDAH y, por otro lado, no todos necesitan medicación, incluso a pesar de haber sido diagnosticados con el Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad.
La hiperactividad (movimiento continuo y superior a lo esperado para la edad del niño), falta de atención e impulsividad son las características principales del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Se trata de una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil.
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad) es un trastorno que afecta a todos los ámbitos de la vida de los niños, y tal vez, sea en la escuela donde este trastorno sea más evidente.Los niños con TDAH suelen presentar dificultades en su aprendizaje, y en muchos casos, también pueden presentar problemas de conducta en el aula, sobre todo cuando el trastorno se da con impulsividad- hiperactividad.
Pablo es un niño de 7 años. Vive con sus padres, su hermano mayor, su hermana menor y su mascota. Pablo es un niño inquieto, que no para y que no se concentra, pero lo más importante y más grave: no sabe qué le pasa. La historia de Pablo podría ser la de cualquier niño, pero hay algo que le hace diferente (o no): sufre TDAH, pero aún no lo sabe.